Consulta: “¿Puede ayudarnos a descubrir cómo dejar de tener tantas peleas con nuestro adolescente como sea posible? Hemos discutido sobre casi todos los temas existentes: calificaciones, tatuajes, música, películas, peinados, el largo de los pantalones, hábitos de estudio, política. Aunque solo sea por el bien de nuestra propia tranquilidad, nos gustaría saber cuándo está bien retroceder y cuando realmente necesitamos mantenernos firmes.”
El principio que debe tener en cuenta en una situación como esta es el que encontrará claramente en Efesios 6:4: “…no hagan enojar a sus hijos”. Debe esperar cierta medida de conflicto durante la adolescencia, y no debe retroceder cuando un desacuerdo implica una diferencia de opinión sobre creencias y valores que considera esenciales y fundamentales. Al mismo tiempo, debe tener cuidado de no ejercer demasiado control en áreas que son relativamente intrascendentes. Si no ejerce alguna medida de discernimiento, puede terminar alejando a su hijo. Lo importante es atravesar estos años turbulentos haciendo el menor daño posible a la relación padre-hijo y a su propia sanidad menta
